Actualizado en marzo de 2017.
Cuando empecé mi andadura como profesora online cometí muchos errores. No tenía experiencia, era mi primer proyecto por cuenta propia y en internet había muy poquita información sobre cómo enseñar online.
En este artículo me gustaría contarte mis dos errores principales: por qué es importante no cometerlos y cómo evitarlos. Quiero ayudarte a que empieces tu aventura como profesor online con buen pie y creo que estos consejos te ahorrarán muchos quebraderos de cabeza.
No definir a mi alumno ideal
Cuando empecé en el mundo online, pensé que sería bueno dirigir mi oferta al máximo número de personas posible para así lograr tener estudiantes cuanto antes. Y es cierto que la técnica me funcionó a corto plazo, pero realmente no es rentable; conseguí muchos alumnos en muy poco tiempo, pero dedicaba más tiempo a preparar las clases que a las propias clases. Enseñaba a personas que iban de los 8 a los 79 años. Y, como me gusta mucho personalizar las clases, dedicaba mucho tiempo a la preparación de cada una de ellas. Pasaba demasiado tiempo pensando la clase de cada uno de mis estudiantes. Como todos eran de edad y niveles diferentes, no podía aprovechar ningún material para otras clases.
Ahora, normalmente personalizo la dinámica y los ejercicios de cada clase, pero utilizo más o menos las mismas explicaciones de temas teóricos para todos mis alumnos. En ese momento, no tenía ni un solo alumno que tuviese las mismas necesidades ni el mismo nivel que los demás y esto causaba que tuviese que preparar cada clase desde cero.
Un 5% de mis estudiantes eran niños. Aunque parece un porcentaje muy bajo, yo tenía que emplear mucho tiempo en la preparación de un material que luego no iba a usar con la mayoría de mis estudiantes. Los materiales para niños tienen que ser muy dinámicos y estar adaptados a su edad, igual que en el colegio. ¿Te imaginas lo que era dar clase a niños que no sabían leer? ¿Cómo podía aprovechar sus materiales con mis otros alumnos? ¡Era imposible!
Además, entre mis alumnos adultos, tenía personas con niveles entre A1 y C1. Imagínate cuánto material diferente tenía que preparar. Dedicaba tanto tiempo a preparar las clases de cada alumno que si sumaba las horas semanales dedicadas a cada alumno y dividía el precio de la clase entre el total, estaba cobrando por hora mucho menos de lo que quería y no tenía tiempo para mí. La flexibilidad y el buen salario que esperaba tener se habían esfumado.
Me di cuenta de que definir mi cliente ideal era necesario para reducir mis horas de trabajo y para que mis clases fuesen más rentables.
Por otro lado, cuando daba clases a todo tipo de alumnos, me resultaba muy difícil definir mi oferta. Al principio para mí era sencillo: “doy clases de español online”. Punto. No quería reducir más mis servicios, porque me daba miedo no encontrar alumnos suficientes. El problema es que era difícil que los alumnos se sintiesen identificados con mi oferta y apostasen por ella, porque realmente podía ser para cualquiera. Conclusión: al no definir mi alumno ideal, tampoco conseguía clientes de calidad.
Ahora lo tengo claro: sólo doy clase a adultos de nivel medio-alto. Así puedo centrarme, especializarme y aprovechar mi material. Gracias a esto, desde que he definido a mi cliente ideal, he podido subir mis tarifas en varias ocasiones porque tengo una oferta clara que se vende bien.
Recomendación: dedica tiempo a definir específicamente a tu cliente ideal. Piensa en su edad, en su estilo de vida, en sus intereses, en su nivel de español, en sus necesidades y dirígete a él. Piensa dónde puedes encontrarlo y crea una oferta atractiva para él.
No solo pienses en tu cliente ideal para reducir tus horas de preparación de las clases, sino también cuando definas tu oferta y redactes los textos para tu web. Ahora que ya tienes tu alumno ideal, tienes que conseguir que se quede con una oferta irresistible.
No te desanimes si, al principio, no eres capaz de definirlo, no lo tienes claro o te lleva mucho tiempo. No es sencillo definir a tu estudiante y encontrarlo en seguida. Tendrás que estudiar y analizar a fondo el perfil que estás buscando, pero te aseguro que vale la pena el esfuerzo.
Una vez definas a tu cliente ideal, te recomiendo que busques qué te diferencia del resto de profesores para que ese alumno ideal te elija a ti. Si quieres saber más sobre la importancia de diferenciarte como profesor online, te recomiendo que veas esta entrevista que hice hace unas semanas a Elena Prieto.
No crear mi marca personal
En el mercado de las clases online cada vez hay más competencia. Además, si a esto le sumamos, la cantidad de información disponible en internet, no acabar sumergido entre tantas otras páginas web no parece tarea fácil.
Por eso es vital diferenciarse para sobrevivir, y crear una marca personal es la mejor manera de hacerlo. Crear una marca es como construir un sello propio. Mediante la marca personal vas a expresar cómo eres personal y profesionalmente. Tu marca es tu identidad, y te va a permitir aumentar tu valor como profesional en el mercado.
La marca personal te permite ser recordado por lo que haces. De esta manera, el cliente podrá volver a ti cuando precise tus servicios, porque se acuerda de ti, sabe quién eres y qué tienes que ofrecer.
No hay que olvidar que, a pesar de que la marca personal te defina a ti como profesional, también debe adecuarse a tu cliente ideal. Si, por ejemplo, das clases de español de los negocios, ni el nombre ni el aspecto de tu marca personal debería recordar a algo infantil o informal. Del mismo modo que si das clases a niños, tu marca personal y su diseño debe atraerlos a ellos y a ningún otro estudiante.
Es esencial que tu marca personal muestre a simple vista qué ofreces y a quién.
¿Cuál fue mi error entonces? Al principio no creé una marca. Decidí tener una web con un nombre generalista para que todo el mundo supiera lo que hacía. Cumplí solo una de las dos condiciones que os acabo de describir. Y aún así, solo a medias.
Mi primer nombre fue Native Spanish Teacher. Sí definía a simple vista qué ofrecía, pero ¿eres capaz de saber quién era y a quién ofrecía mis servicios con ese nombre? Pronto me empecé a preguntar quién era Native Spanish Teacher y me di cuenta de que podría ser cualquier profesor nativo.
Este error puedes cometerlo tanto en el nombre como en la imagen que muestras en tu página web. Tu página es tu escaparate: en ella tienes que mostrar lo mejor de ti para que entiendan por qué deben elegirte como profesor.
Tras tratar con alumnos del curso y haber visto muchas webs de otros profesores, me he dado cuenta de una regla que se cumple casi siempre: quien no tiene una marca personal definida tampoco suele tener un cliente ideal ni una oferta para él. Piénsalo: si tienes muy claro a quién quieres dirigirte, a qué clientes quieres llegar, te darás cuenta de que tienes que crear una marca que a ellos les llame la atención, que recuerden, y crearás una en consecuencia.
Te aconsejo que antes de decidir tu marca personal, definas primero a tu cliente ideal. Piensa que la marca tiene que funcionar para ambos: el profesor y el alumno.
Como te decía antes, al principio de mi andanza como profesora online pensaba que era mejor transmitir que era profesora, así, en general. Pero de esa manera no conseguía que mis potenciales alumnos se identificaran conmigo y encontrasen interesante mi oferta.
Recomendación: piensa que tu nombre, tu web y todos tus materiales (tanto de clase como de propaganda) debe tener tu sello personal. Es muy importante que muestres tu identidad única. Esta identidad no solo se consigue con el nombre, sino también con tu logo, el aspecto de tu web y tus colores corporativos. Te recomiendo que unifiques todo para que cuando tus clientes potenciales lo vean no tengan duda de que es tuyo.
Por ejemplo, si quieres llegar a personas jóvenes y viajeras, es importante que en tu logotipo muestres tu espíritu aventurero. Si, por el contrario, quieres llegar a ejecutivos, es necesario que tengas un logotipo más formal con el que ellos se puedan sentir identificados. Adapta tu nombre, tu logo, tu web y tus colores corporativos en consecuencia.
Desde que me convertí en profesora online hasta ahora he cometido muchos más errores. He querido hablarte de estos en especial porque considero que son algunos de los más importantes.
Si tienes alguna duda, puedes lanzarla en los comentarios. Espero que, si tú también has cometido errores, me los cuentes para que todos aprendamos de ellos.
Y recuerda: no te obsesiones con no cometer fallos. Es imposible. Además, ellos serán tus mejores maestros.
Y tú, ¿qué errores has cometido? ¿Te habías planteado crear una marca personal y definir a tu cliente ideal? ¿Sabías que era tan importante? Espero tus comentarios.
Beatriz, me siento muy identificada con estos errores. Sobre todo con el del cliente ideal. Empecé igual que tú a enseñar a todos y cuando llevaba unos meses todo era un poco caótico. Ahora ya lo tengo más definido. Un saludo!
¡Hola Verónica! Muchas gracias por tu comentario. Realmente es muy importante definir a tu cliente ideal, es verdad que al principio pensamos que es mejor estar abiertos a todo tipo de clientes pero a la larga esto es un error. Por ejemplo, yo daba clases a todas las edades y me di cuenta de que empleaba mucho tiempo para preparar clases a niños y realmente tenía muy pocos. Al final entendí que era necesario definir a mi estudiante ideal para poder preparar material de más calidad. ¡Un saludo!