Hoy he querido entrevistar a Rafael Muriel. Rafael es profesor de español con más de 16 años de experiencia y, además, es el encargado del complemento de gramática del curso Enseñando Español Online.
Conocí a Rafael en un evento para profesores de español en Granada donde yo daba una ponencia para animar a otros colegas de profesión a probar la enseñanza online. Al conocer a Rafa, me quedé prendada de su manera de explicar la gramática, desde un punto de vista cognitivo. La explica muy bien, de una manera muy clara y sencilla que yo nunca había visto. Me gustó tanto que decidí que tenía que ayudar a otros profesores de español a enseñar la gramática fácilmente y así creamos el complemento que dirige en el curso.
Rafael trabaja de manera presencial desde el año 2000 en la escuela Castila, en Granada, donde ocupa el puesto de director académico y profesor, así como responsable y examinador jefe del centro de examen DELE en Granada. Desde hace poco tiempo, compagina su tarea presencial con la enseñanza online. Por ello, lo he citado para que nos hable del paso de las clases presenciales a las clases online.
Te dejo con su entrevista:
B: Rafael, ¿qué diferencias principales encuentras entre la enseñanza presencial y la enseñanza online? ¿Cuál es el mayor cambio al que te has enfrentado?
R: En realidad no existe un cambio drástico al pasar de las clases presenciales a las clases por internet, sino que solo hay algunas cosas que ajustar. Es un proceso totalmente natural: al ponernos ante la pantalla con un alumno online, aparecen unos cambios automáticamente que, en mi opinión, hacen que la clase sea aún mejor.
B: ¿Qué beneficios crees que tienen las clases online?
R: Por un lado, estoy en casa. Me encuentro en un lugar conocido y esto propicia un ambiente relajado. Además, tengo un entorno y unos materiales a los que no tengo alcance en una clase: puedo usar mi propia ropa, utensilios de cocina y, en definitiva, cualquier cosa que tenga por casa y pueda hacer las clases más dinámicas y enriquecedoras.
Por otro lado, son mucho más personales. Inevitablemente tenemos un contacto directo con el estudiante y, al tratarse de clases privadas, nos conocemos mucho mejor. Además, gracias a esto, las clases son mucho más intensas.
Tanto el profesor como el alumno están mucho más concentrados y, por tanto, el proceso de aprendizaje es mucho más rápido.
B: ¿Cuáles crees que son las claves del éxito de la enseñanza online?
R: En primer lugar, hay que convencerse de que solo es necesario utilizar herramientas muy básicas a las que todos podemos acceder como Skype, Google Drive o Word. Lo importante para el éxito de la clase son el estudiante y el profesor, no las herramientas o el entorno.
Además, en el plano del alumno, la evolución en una clase privada online es más rápida e intensa. Suben el nivel y llegan a sus objetivos mucho antes que en clases presenciales grupales.
B: Es cierto, además el contacto con nuestros alumnos es mucho más directo. A mí esto es lo que más me gusta. Cuéntanos alguna anécdota al respecto.
R: Pues verás, hace unos meses una estudiante dio a luz y unos días después nos tocaba tener una sesión. Me llamó, pero evidentemente no dimos clase, sino que solo quería enseñarme a su bebé en brazos. Tenemos una relación tan cercana que quería que lo conociera y me siento muy orgulloso de eso.
B: ¡Qué bonito! Otra cosa que me encanta es poder viajar dando clase y conocer la vida y el entorno de los estudiantes extranjeros, ¿verdad?
R: Sí, es cierto. Los estudiantes aprenden mucho con nosotros, pero nosotros aprendemos mucho más con ellos. Tenemos la posibilidad de tener estudiantes en todas partes del mundo: Australia, Japón, Canadá… Esta experiencia no tiene precio.
B: ¿Qué otras ventajas le encuentras a la enseñanza online ahora que compaginas ambas opciones?
R: La diferencia principal para mí es que no te tienes que desplazar ni hacer ninguna inversión. El tiempo es oro: online ganamos el tiempo que necesitamos normalmente para ir a nuestro lugar de trabajo, porque estamos en casa. Así podemos optimizar al máximo el tiempo del que disponemos.
B: ¿Tu crees que la gente está dispuesta a pagar un precio más caro por una clase presencial que por una online?
R: En una clase privada online, nosotros podemos cubrir mucho mejor las necesidades específicas de un estudiante. Se trata de una clase muy exclusiva en la que se ve una evolución muy clara. Además, para medir esta evolución y demostrársela al estudiante, tenemos nuestras técnicas de evaluación.
Al final, si el alumno aprende y disfruta, merece la pena el precio de las clases. No sé si se pueden comparar con las clases presenciales o no, pero el precio de las clases online es igual de merecido que el de las clases presenciales.
Yo tengo comprobado que hay buenos resultados.
Los estudiantes aprenden mucho y están dispuestos a pagar clases online, por eso cada vez hay más demanda.
Además, si un estudiante está aprendiendo en un ambiente tranquilo, agradable y dinámico, estará satisfecho con lo que ha gastado en las clases online.
B: ¿Qué consejos le darías a alguien que está pensando en ser profesor online? Por ejemplo, tú lo compaginas con las clases presenciales, ¿verdad?
R: Sí, la enseñanza online se puede compaginar perfectamente con cualquier otro trabajo, aunque no es indispensable. Se puede trabajar perfectamente como profesor de español online exclusivamente.
Si tienes experiencia presencial, los materiales y recursos que tienes se pueden utilizar en las clases online, aunque hay que adaptarlos un poquito. En las clases online preferimos usar materiales frescos y dinámicos. Se utilizan materiales de plena actualidad. Por ejemplo, en lugar de escanear y fotocopiar una noticia de un periódico, se puede mandar al alumno el enlace a la noticia. Además, todos los materiales están en internet y son de uso libre: audios, periódicos, vídeos…
Por otro lado, no hay que olvidar nuestro papel ecológico, que parece algo menor pero no lo es. Con nuestra labor online, estamos evitando editar libros nuevos e imprimir fotocopias, fichas o cualquier tipo de material en papel.
Por último, yo creo que lo fundamental es practicar y dar al estudiante recursos para poner en práctica los temas que les explicamos. Hay que facilitarles que puedan aprender de una manera natural, como en la vida real.
Lo más importante para aprender es el profesor, el alumno y los recursos. No importa tanto el medio.
Para terminar, hagamos un pequeño resumen: hemos hablado de muchas ventajas de las clases online. El alumno puede aprender más que en una clase presencial, solo es cuestión de crear empatía con el estudiante y sentirte cómodo en clase.
La clave es transmitir pasión y empatía y las clases saldrán bien.